miércoles, 16 de septiembre de 2015

La vuelta al cole…

Por Ana Aguado


Han pasado ya muchos años, pero los que ya hemos superado la treintena o incluso los que la rozan, deben recordar que nuestra vuelta al cole coincidía casi siempre con el 15 de septiembre de cada año. Hoy en día, no sólo esta fecha ha cambiado, sino que también han creado una incorporación escalonada de niños a la que han llamado “periodo de adaptación”, que más que para los renacuajos claramente ésta se ha ideado para la salud mental de los profes que regresan al trabajo después de un largo periodo vacacional.

Entonces y ahora, el verano repleto de amigos, de travesuras, de juegos, de trasnoches y de historias imborrables daba un negro paso hacia el comienzo del curso escolar. Si bien es cierto, que durante el inicio manteníamos una ligera ilusión por el olor a libros nuevos o el material sin estrenar, con el paso de las semanas, las clases nos tendría bien hinchados a la mayoría.

Eran aquellos tiempos, los mismos que hoy vivimos cuando nos dirigimos de nuevo a nuestro cole de mayores, el trabajo. Tanto es así, que un estudio de la empresa Adecco dice que el 30% de los trabajadores españoles, están sufriendo o sufrirá síndrome postvacacional a su regreso al trabajo después de unas vacaciones y parte importante del 70% restante padecerá cuadro de fatiga y estrés.

En estos días ya casi todos hemos disfrutado de nuestras vacaciones y estamos reajustándonos de nuevo a nuestras tareas, si en este proceso sientes falta de energía, motivación, si estás triste, apático, cansado y apenas tienes concentración al hacer tus tareas cuando has regresado al curro, no hace falta que acudas a tu médico, ya te lo digo yo, sufres síndrome postvacacional. Estos síntomas pueden padecerlos  cualquier hijo de vecino, pero son más propensos aquellos que se incorporan a un entorno laboral hostil o a los que ya no les ilusiona especialmente su trabajo.

Debes saber que los expertos dicen que un hábito necesita sólo 21 días para imponerse en nuestras vidas, por lo que si eres un afortunado en que has tenido, ni más ni menos que un mes de vacaciones, te habrás hecho totalmente a los nuevos hábitos de vida, esto es, la playita, la sombrillita, el aperitivo diario, las largas noches y cuantísimas cosas que hacemos extraordinariamente en verano…y así, es complicado regresar de buena gana a la rutina del trabajo.

Nadie espera que tras las vacaciones rindas el 100% al minuto uno de tu entrada al trabajo, pero a menos que tu jefe padezca este extenuado síndrome, poca comprensión recibirás cuando sepa que la duración habitual de esta sensación de agotamiento la sufrirás durante 15 días, si si, como lo oyes, 15 días.

Pero no debes preocuparte, aquí te dejamos seis importantes recomendaciones que puedes seguir para que el síndrome no se apodere de ti y puedas recuperar cuanto antes tu motivación por el trabajo.

1. Haz que tu incorporación al trabajo sea progresiva, si puedes elegir, escoge incorporarte a mitad o al final de la semana aunque la mayoría de trabajadores prefieren empezar por orden, es decir, el lunes.

2. A pesar de que tengas trabajo acumulado, no intentes resolverlo todo el primer día quedándote en el trabajo hasta altas horas de la tarde, el primer día, cumple estrictamente tu horario laboral.

3. No te desenchufes radicalmente del ocio, programa alguna actividad de entretenimiento y desconexión que te obligue a salir pronto del trabajo.

4. Come sano, duerme bien y sal a la calle a disfrutar todavía de los días buenos y largos.

5. No pienses en el próximo verano, de momento sueña con el fin de semana o los días de descanso más cercanos.

6. Proyecta. El mes de septiembre es casi igual o más importante que el comienzo de cada año, es un mes de reinicio llenos de objetivos: dieta, deporte, idiomas pero también TRABAJO. Es posible que durante nuestras vacaciones, le hayamos dado alguna vuelta a qué queramos mejorar en nuestro entorno laboral y el nuevo curso es un gran momento para cargar esas pilas y llevar los proyectos ideados a la realidad. Recuerda siempre, sólo hay una cosa que agobia más que el trabajo, no tenerlo, así que a crecer. Puedes planificar tu cambio haciendo lo que sigue:

-   Empieza definiendo los objetivos, prepara los cambios que quieres hacer valorando previamente tus defectos y en las áreas que has fracasado. Arranca cambiando tu filosofía y probar tus propias fórmulas que te ayuden a mejorar. Este último trimestre es un tiempo más que adecuado para resolver y desterrar nuestros errores y debilidades con nuevas ideas.

Elimina el filtro negativo y deja de comparar, la actitud hacia el trabajo es la mayor garantía de éxito, así que, piensa, propón y no mires al vecino.


Actualiza tu imagen, puede parecer una tontería pero el éxito de los nuevos proyectos están asociados con el cuidado de la imagen personal.  No olvides que una buena apariencia manifiesta públicamente cómo queremos que los demás nos perciban e indica el valor que le damos no sólo a nuestra vida personal sino también al resto de ámbitos de nuestra vida, incluido el laboral. 

Mucho ánimo con el reinicio y que la fuerza te acompañe


Imagen: google

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