jueves, 30 de octubre de 2014

Cómo sobrevivir a un ataque zombi en el trabajo

“Nunca se debe dejar que un desorden siga su curso para evitar una guerra, porque no se evita, sino que se posterga en perjuicio propio”.
Maquiavelo “El Príncipe”.
Ana Aguado. 

¿Has tenido alguna vez compañeros que vagan por la oficina con la mirada clavada en el suelo, arrastrando los pies, jugueteando con el móvil o paseando papeles mientras dejan el teléfono sonar y sonar sin contestar?. ¡Peligro!, estás asistiendo a una invasión de los “walking work” o lo que lo mismo, zombis en la oficina.

Este tipo de profesional se caracteriza por pasar desapercibido en todo lo que hace,  en sus relaciones con otros compañeros y hasta en su manera de expresarse. Son personas negativas, con poca iniciativa, apáticos, indiferentes y pasivos en su actuar.  Suelen ser poco colaboradores con el resto del equipo y  pocas veces se responsabilizan de sus propias acciones o errores. No se destacan ni se distinguen por algo en particular y su rendimiento suele ser bajo.

¡Cuidado! Tener un zombi en la oficina es contar con una persona menos en el equipo, ya que de forma general su trabajo siempre terminará recayendo en ti.


Sin embargo, a menudo es complicado identificarlos ya que estos muertos vivientes suelen parecer siempre ocupados y aunque, no me preguntes por qué, su trabajo suele llevarse a cabo y entregarse a tiempo, en cuanto se le dan nuevas responsabilidades ¡zas! siempre muestran resistencia u oposición.

Cuando hay un zombi cerca todo parece surgir a cámara lenta y tornarse oscuro ¿ya sabes quienes son verdad? Existen distintos tipos de infectados aunque todos son extremadamente peligrosos, aquí encontrarás los más populares. El “zombi de las cuatro en punto” se refiere a aquellos que después de mantenerse productivos durante parte de su jornada, horas antes de acabarla tiran la toalla para entretenerse en hablar o mirar por la ventana o los “zombie cotillas” son aquellos que hambrientos de drama andan persiguiendo con quien hablar. Existen otros como, los “zombi del ego” que sólo hablan de sus logros minimizando el de los demás, los “zombi de la incertidumbre” que todo lo ven de manera negativa sin proponer nada o los “zombis del tiempo” cuya existencia se limita a no tener excusa alguna para llegar tarde, salir temprano o directamente, no ir a trabajar.

La crisis, las reestructuraciones, las reducciones en el personal es el caldo de cultivo de este espécimen. Lo realmente preocupante es que su presencia ha ido aumentando a lo largo de los años en algunas empresas ya que piensan que con esta actitud pasarán tan desapercibidos que se librarán en el caso de que se lleven a cabo procesos de reestructuración. Sin embargo, no hay que olvidar que estos trabajadores pueden ser bastante tóxicos y contagiar de este desánimo al resto de compañeros.

Para la presidenta de Truthmark, el fenómeno zombi tiene una capacidad de contagio brutal "porque la persona que no lo es y está dejando lo mejor de sí misma por la empresa y a la vez observa que no hay un reconocimiento a su trabajo, al final cede a la tentación y acaba asentándose en esa peligrosa zona de confort que merma el crecimiento de profesionales y compañías”.

Nunca podremos saber desde cuándo un zombi dejó de ser humano, así que teniendo en cuenta que un zombi “no nace, se hace”, la  pregunta clave es  ¿es posible regresar a la vida a estos trabajadores?. A  continuación, se proponen ocho recetas muy útiles para exterminar el fenómeno zombi en la oficina:

  1. Identificar este enigma como parte de la cultura de la empresa.
  2. Organizar el departamento de recursos humanos para llegar a todos los empleados, en especial, a los no muertos.
  3. Realizar un análisis causal para identificar qué aspectos no funcionan en esos trabajadores.
  4. Elaborar un plan de reenganche para reactivar el compromiso más emocional para aumentar su motivación y hacerles partícipes de un proyecto común.
  5. Rotar, rotar y más rotar.
  6. Dar seguridad, es difícil estar enganchado en la empresa cuando existe incertidumbre. 
  7. Supervisar, comunicar y evaluar. Muchos trabajadores no reciben el feedback en relación a su trabajo que les ayude a ser mejores. 
  8. Predicar con el ejemplo. La actitud de los supervisores es clave para la salud laboral del trabajador porque es quien le puede hacer sentir importante. Además, es la mejor baza para llevar a la gente a tu terreno.

No olvides que con compromiso y trabajo los zombis pueden llegar a ser muy positivos para el resto de los miembros del equipo. Eso sí, sólo para tareas repetitivas que no requieren un excesivo esfuerzo.

Si  nada de esto funciona, solo podrás protegerte, recuerda los zombis se mueven con lentitud pero cuando su deseo es contagiarte pueden abalanzarse con relativa rapidez…si crees que estás ante uno de ellos, huye!

Feliz Halloween

Fuente: expansión/ imagen google. 

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